La digitalización da acceso para compartir o poner a disposición obras literarias, a través de cualquier dispositivo móvil o computadora; sin embargo, su viralización se llega a considerar como piratería editorial.
De acuerdo con el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, en México cuatro de cada 10 libros que se consumen son piratas, lo que debilita las industrias y la economía del país gracias a la evasión de impuestos e incentivan el comercio informal.
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De acuerdo con Mariza de la Mora, consultora de Servicios Jurídicos en ClarkeModet México, empresa dedicada a temas de Propiedad Intelectual e Industrial, “los libros ilegales van contra la cultura nacional, pues si los ingresos no llegan a las industrias culturales, específicamente a la industria editorial, esos incentivos económicos se desvían a la informalidad”.
Es por ello que, en materia de Propiedad Intelectual, la experta declara que este tipo de acciones deben ser desincentivadas, pues limita la justa retribución.
“La propiedad intelectual y especialmente los derechos de autor, cuando se habla de editoriales, son sumamente trascendentes en el desarrollo cultural del país, ya que sin estos ingresos se dificulta realizar inversiones y obtener esta justa retribución”.
El proceso de protección de un derecho de este tipo, dijo, debe considerar una estrategia asesorada por un experto, con el fin de asegurar su mantenimiento y maximizar la correcta explotación de sus derechos.
La tecnología hace más factible esta protección gracias a las alternativas dispuestas como Blockchain o NFTs.
De la Mora, quien forma parte de la empresa pionera en la protección de Propiedad Intelectual mediante Blockchain, explicó que “la protección de un derecho de autor por medio de esta tecnología permite la rastreabilidad de la obra desde el proceso creativo y facilitando la comercialización del material bajo la normativa. Es una herramienta Legal Tech o IP Tech, que brinda una protección adicional de las obras y puede servir como una herramienta probatoria para demostrar la autoría de una obra”.
Lo peculiar del Blockchain es que como los registros se hacen en una línea de tiempo, esto evita su alteración y registra sus modificaciones, autoprotegiéndose a través de su propia arquitectura.
Con lo anterior, aseguró, los mismos usuarios dan la certificación y validez a la cadena, ya que no es una única base de datos, sino que cada usuario tiene una copia de ella y, si llega a alterarse la información de su copia, su versión queda anulada.
El registro de obras ante el Indautor es declarativo, ya que se reconoce el derecho del autor cuando la obra está plasmada en un soporte material y es original; seguimos en una transición tecnológica, en la cual las autoridades deberán empezar a considerar herramientas de IP Tech que brinden seguridad y transparencia con sellos de tiempo digital.
? ¿Sabes cómo afectan la #falsificación y la #piratería a nuestra economía y empleo? ¿Y a ti como consumidor?
Con motivo del #DíaMundialAntifalsificación reflexionamos sobre sus consecuencias y algunas medidas que pueden ayudarnos a combatirlas. https://t.co/anAHBYTJ2V pic.twitter.com/77S8D7cYnF
— ClarkeModet (@clarkemodet) June 8, 2021
