La 5ª edición de Black Canvas Festival de Cine Contemporáneo tuvo como sedes la Cineteca Nacional, Cinemex Insurgentes, Cinemex Reforma, Universidad de la Comunicación, Casa del Cine y FilmLatino, éste último por medio de su plataforma streaming del Instituto Mexicano de Cinematografía, que transmitió de manera gratuita.
Con un formato innovador, totalmente híbrido, el festival Black Canvas inició actividades el 1 de octubre con 140 películas, dividido en interesantes secciones como Competencia Internacional de Cortometrajes, El Faro, El Estado del Mundo, Luz del Día-Noches de Neón, Competencia Nuevo Horizonte y otras más.
En esta quinta edición, su objetivo principal fue seguir consolidándose como uno de los festivales más radicales y propositivos del país. El séptimo arte tiene una amplia variedad de películas y cortometrajes que ubican a nuestro país como innovador y participativo.
Destacan y reflejan nuestra realidad y nuestra cultura como Fiesta Nacional (Estabularasa), de Augusto de Alba, productor, director y guionista, quien muestra los misterios de nuestra cultura mexicana, la historia de la vida de tres personajes que traspasan su identidad más allá de su vida laboral.
Con la influencia de autores como el Premio Nobel, Octavio Paz, con su obra literaria El laberinto de la soledad; Juan Rulfo, Juan José Arreola y Carlos Castaneda. Recomendable para adentrarnos en nuestra realidad e idiosincrasia.
El lado quieto, coproducción México, Argentina y Filipinas, es un documental de ciencia ficción en el que se encontrarán con un lugar que fue un centro vacacional, en donde las risas, la convivencia y la diversión desaparecieron para convertirse en un lugar desierto.
Una criatura marina emerge de las aguas y se convierte en el terror de todos los que alguna vez disfrutaron del lugar.
Carolina Fusilier y Miko Revereza, son los productores y guionistas de este film. Miko con una historia diferente, inmigrante indocumentado, quien reside entre México y Filipinas, cineasta reconocido por su talento.
Carolina Fusilier, su trabajo se centra en la artificialidad de ambientes urbanos que generan distancia y alineación con respecto a entornos naturales. Su preparación en música y cine fue en su país.
Polvo de gallo, de Julio López Fernández. De una obra de teatro en 2019, con buen recibimiento entre el público, se convirtió en una película con un tema delicado como es el abuso sexual de las mujeres en Latinoamérica.
Con locaciones en Centroamérica, específicamente en el Salvador, se centra en una ciudad ficticia Huachindango, en donde sus protagonistas reflejan una realidad de la violencia en muchos países de América Latina.
Este trabajo se convirtió en un proceso de aprendizaje y simbiosis entre las participantes y el director del filme, ya que Julio López Fernández, tiene nacionalidad México-salvadoreña y con este filme puso el dedo en la llaga, de un tema tan controvertido.
Su trayectoria es reconocida, como productor, guionista, director y artista visual, entre ellos siete largometrajes que han sido estrenados y premiados en festivales internacionales.
Con formación en la Universidad Nacional Autónoma de México, en la carrera en Comunicación Política, tiene en su haber participación en más de 40 proyectos.
En la página web del festival llamaron la atención dos producciones con directores reconocidos, como Laila Pakalnina, también guionista con amplia trayectoria desde 1991, egresada del Instituto de Cine de Moscú, nació en 1962 en Letonia y desde 1997 con su filme El roble, tiene en su carrera 41 filmes en total, ha ganado numerosos premios en Cannes, entre otros festivales internacionales.
En esta ocasión participa con una retrospectiva de épocas anteriores y es el signo distintivo que la ha llevado a la cumbre. Retrata la cotidianeidad de la vida de los seres humanos, lo que en algún momento es importante y también olvidamos, pero que tiene sentido en la vida del protagonista.
La sencillez, la importancia de la naturaleza y todos los elementos que va sumando, se convierten en el mosaico de piezas que se unen y nos llevan a una dinámica de la vida diaria. Recomendable para los que gustan de historias sencillas, con locaciones inolvidables y música excepcional.
Japón es también el país que participó con un filme recomendable, no sólo porque se trata de un cuento del reconocido escritor y traductor japonés Haruki Murakami, Drive my car, sino porque la combinación con el productor hace de esta película una producción perfecta para los que gustan del surrealismo, la complejidad de las relaciones humanas, sus coincidencias y sus contradicciones.
Ryusuke Hamaguchi, estudió dirección cinematográfica en la Universidad de Artes de Tokio. Su trayectoria es reconocida, ya que desde su trabajo para graduarse Passión, fue seleccionada para el Festival de Tokio Filmes en 2008.
Happy Your, en 2015, fue un logro con grandes reconocimientos. Un taller de más de cinco horas lo llevó al Festival de Cine de Berlín y en este Festival de Cine Contemporáneo participó como uno de los grandes en el séptimo arte.
Black Canvas tiene un sinfín de películas y largometrajes para todos los públicos con carácter dinámico y actual, con lo que cumple una de las frases más famosas de Alfonso Reyes, poeta, escritor y diplomático mexicano: «Cada gesto humano, cada perfil de la civilización moderna está destinado a vibrar en la pantalla”.
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