Una canoa maya prehispánica en buen estado de conservación fue localizada durante las obras de construcción del Tramo IV del Tren Maya, que va de Izamal, Yucatán, a Cancún, Quintana Roo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dentro de esta región, en el área de amortiguamiento de la vía, se identificó un sitio denominado como San Andrés por el equipo arqueológico, dirigido por el arqueólogo Manuel Pérez y por José Francisco Osorio.
El lugar alberga tres cuerpos de agua: un cenote, un pozo y una rejoyada, de manera que los expertos de la Subdirección de Arqueología Subacuática del INAH acudieron para su exploración y registro.
“Lo interesante fue que mientras hacíamos una pausa para descompresión en el cenote, noté que cinco metros debajo del nivel actual del agua había una impronta oscura en la pared de piedra, la cual tenía de entre 60 a 90 centímetros, e indicaba el antiguo nivel del agua”, cuenta Helena Barba, la responsable de la Oficina Península de Yucatán del INAH.
A la altura de esa marca se localizó una cueva y dentro se observó inicialmente un tronco de madera dura, mismo que tras su inspección denotó la presencia de cortes simétricos realizados para la creación de una cubierta sin bordas, lo cual hizo evidente que se trataba de una canoa tipo plataforma.
Con 1.60 metros de eslora (largo), 80 centímetros de manga (ancho) y 40 centímetros de puntal (alto), la pequeña embarcación podría haberse empleado para la extracción de agua del cenote o para el depósito de ofrendas durante rituales.
“La relevancia radica en que es que es la primera canoa maya de este tipo que se encuentra completa y tan bien conservada en el área maya, habiendo también fragmentos de estas embarcaciones y remos en Quintana Roo, Guatemala y Belice”.
Su antigüedad, señala la arqueóloga, ha sido inicialmente asociada al sitio de San Andrés, periférico a Chichén Itzá, cuya temporalidad está vinculada al periodo Clásico Terminal (830-950 d.C.). No obstante, será en noviembre cuando se realice una nueva prospección a la canoa, a fin de precisar su antigüedad mediante dendrocronología, análisis que sumarán el apoyo de la Universidad La Sorbona, de París, así como conocer exactamente de qué árbol es la madera.
Asimismo, se realizará un pozo de sondeo en el sedimento que hay bajo la canoa, a fin de definir la estratigrafía del entorno y posibles elementos adicionales; lo mismo que estudios de fotogrametría para obtener un modelo 3D de la canoa, que ayude en su estudio y divulgación virtual y que facilite la creación de réplicas que puedan integrarse a museos.
Además, en los otros dos cuerpos de agua del sitio San Andrés también se localizaron elementos arqueológicos. En el pozo-cenote, a 50 metros de profundidad, se identificó una osamenta humana y cerámica, así como pintura mural en su área de acceso.
En tanto que en las paredes de la rejoyada, a través de intrincados pasajes se encontró pintura mural –a manera de manos pintadas sobre el techo de roca–, un incensario completo tipo Cumtun Compuesto, correspondiente al periodo Posclásico Tardío (1200-1500 d. C.), una roca-estela, un cuchillo ritual y más de 40 vasijas ‘matadas’ (que fueron rotas adrede al ser colocadas en el lugar) con carbón asociado.
El sitio arqueológico de San Andrés y la canoa maya han quedado bajo la protección del INAH tanto en su parte terrestre como en la subacuática, ya que los investigadores también notaron evidencias de saqueos en el cenote.
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Arqueólogos localizan canoa prehispánica en un cenote durante proyecto del Tren Maya, con 1.60 m de largo, 80 cm de ancho y 40 cm de altodestaca por su buen estado de conservación; inicialmente ha sido asociada al periodo Clásico Terminal.#PrensaINAH: https://t.co/TGpryCMYla pic.twitter.com/b9X5FjptC8
— INAHmx (@INAHmx) October 29, 2021