Su más brillante swing es el pinchazo de heroína en medio de los dedos del pie izquierdo mientras lo eleva hacia su pecho. La noche violenta de un pedazo de papel aluminio, un encendedor, un brassiere manchado de vómito y sangre.
Es más letal el amor, lo ha probado en los lavabos de los bares sucios de Garibaldi, en los pisos de mármol con olor a neroli del St. Regis Hotel, en los besos traidores en domingo de un hombre que jamás volvió a llamarla. Porque el amor es un juego sucio al que no deberían asistir los cobardes.
Su canción más enferma estalla los lunes por la mañana, la canta herida y ebria de soledad en una cama que hace más de diez años dejó de servir placer. Vieja costumbre de animal necio es la repetición, el abandono. Es viciosa, no es frágil.
Opio y muerte son los amantes más hermosos, los puedes ver meciéndose en las alcobas, en los hoteles de paso, en las piscinas de lujosas y aburridas casas de campo para personas aburridas de la realidad, en un cuarto de hospital público a la hora de la guardia, en las piqueras cerca de Contadero, en el bosque de Chapultepec, en una pensión de viejos mariachis artríticos.
En algún lugar, por ahí. La muerte entre las flores no es sádica, morir mirando televisión con tu esposa los domingos es más cruel. Sigue esperando el tercer accidente de auto que la colocará de rodillas ante su final, sigue esperando en la barra del Hotel Marriott pidiendo martinis, comiendo aceitunas, cruzando las piernas alto, enfundada en sus miedos de vestido corto, perfume en el cabello, labios YSL, en su gesto sórdido de tristeza, desea conocer a alguien que continúe despedazándola, porque los fragmentos y las sobras son lo que ella adora de las personas, ahí funda su banquete, su agonía, porque todos estamos incompletos entre historias que no conocen finales, que se vanaglorian de ausencia para poder continuar.
No hay redención cuando naces muerto, ni hay nada qué hacer una vez que has traicionado a todos. Aparentemente ha muerto, está suspendida en un sueño de ginebra y seis pastillas de tramadol. Ella canta mejor que Billie Holiday, cierra los ojos, sabe que nunca conocerá a nadie como ella.
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— Fusilerías (@fusilerias) September 6, 2021