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Danza Visual acerca a jóvenes a las tradiciones mexicanas

‘El camino del colibrí’ incluye ópera y danzas prehispánicas, en una historia que reúne las leyendas sobre la creación del colibrí y del cempasúchil

Después de su adaptación de Momo, el relato fantástico de Michael Ende, la coreógrafa Patricia Marín y su compañía Danza Visual presentan el espectáculo multidisciplinario El camino del colibrí, que mezcla ballet, teatro, circo y canciones populares como “Bésame mucho” interpretadas en náhuatl.

En entrevista, Marín refiere que fusionó dos leyendas aztecas, para promover entre jóvenes tradiciones como el Día de Muertos, en su nuevo espectáculo que se estrena este 1 de octubre en el teatro Xola Julio Prieto y que se presentará en los sábados y domingos, a las 13 horas, hasta el 27 de noviembre.

El camino del colibrí incluye ópera y danzas prehispánicas, en una historia para niños desde tres años de edad hasta adultos, que reúne las leyendas sobre la creación del colibrí y del cempasúchil.Danza visual

Narra la historia de amor y amistad desde la infancia de Piltontli y Huitzilin, quienes todas las tardes subían a lo alto de una montaña a llevarle flores a Tonatiuh, el sol, hasta que Amatlamatqui, el sabio del pueblo decidió poner a prueba su afecto y pidió a Huitzilin que superara nueve pruebas en el Mictlán.

En Danza Visual tenemos una línea dedicada al público infantil, nos interesa crear un público joven que se enfoque a las artes escénicas. Ya presentamos un proyecto antes inspirado en Momo

tuvimos nuestro proyecto que fue inspirado en el libro Momo, que estrenamos con la Compañía Nacional de Danza de Ecuador. Yahora estamos en esta nueva propuesta que se llama El camino del colibrí, inspirado en las leyendas mexicas del colibrí y del cempasuchil. En él hacemos referencias a las lenguas indígenas, muchas partes están habladas en náhuatl, hay música prehispánica y clásica.

Estamos deconstruyendo las leyendas. Trabajamos con el doctor Samuel Máynez Champion, somos parte del equipo creativo que preparó su trilogía de óperas en náhuatl compuesta por Motecuhzoma II (que se presentó en el Zócalo en noviembre de 2019), Cuitlahuatzin y Cuauhtemoctzin, que se estrenarán en octubre en Iztapalapa. Así que deconstruimos estas leyendas para involucrar al público infantil en las tradiciones mexicanas; mezclamos ópera, ballet, artes circenses, música contemporánea con canciones de Caifanes o Kinky”; expuso Marín, directora del proyecto, con Leonardo Beltrán.

Recuerda que la leyenda del colibrí indígena es muy bella, porque en ella los dioses mesoamericanos no sabían cómo mandarles mensajes a las personas vivas, entonces hicieron que fueran los colibríes los mensajeros, que son como pequeñas flechas que cobran vida cuando entran al mundo terrenal, y por eso nadie podía matar a un colibrí porque de hacerlo iban a ser duramente castigados por los dioses.Danza visual

Y la leyenda del cempasúchil es la historia de un guerrero que tiene un gran amor, pero fallece en una guerra y la novia reza para pedir a los dioses que los vuelvan a juntar; entonces, el guerrero vuelve como colibrí y ella deviene un cempasúchil, la flor de los 20 pétalos, agrega la bailarina y coreógrafa.

Marín descarta que sus versiones tergiversen las historias tradicionales y, además, señala que sus obras hacen que los jóvenes asistentes se preocupen por investigar lo que reciben y les dan bibliografías.

Participan en el el equipo: Mauricio Ascencio, en iluminación y escenografía; el tenor Rogelio Marín, responsable de la música original; su mamá Lourdes Escutia, que traduce e interpreta canciones en náhuatl, y personalidades de la danza como David Maza, Isaí Appleton, Sergio Vázquez, Karina Herrera, Samantha Nevarez, entre los 20 artistas que participan en la escenificación de las leyendas.

Karina Herrera protagoniza a Huitzilin, porque quisimos que, en lugar de un héroe que va a la guerra, fuera una heroína. Tiene que pasar por nueve etapas para llegar adonde el alma se desprende del cuerpo y atraviesa el mundo espiritual, es el camino al Mictlan, acompañada de su perro xoloscuintle”, añade.

Marín agrega que a las funciones en el teatro Xola, con capacidad de 500 butacas, niños desde tres años pueden asistir y comprender la trama, porque Danza Visual también trabaja con asesores pedagógicos.

Las presentaciones son los fines de semana y habrá doble función en varios de ellos y también en Día de Muertos.Danza visual

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