David Alfaro Siqueiros

Siqueiros: muralismo y dramaturgia

La conferencia performática ‘La travesía’ recorre la faceta más íntima y menos conocida del pintor mexicano

La Sala de Arte Público Siqueiros presenta actualmente dos facetas simultáneas del muralista mexicano David Alfaro Siqueiros. Una es la colección integrada por pinturas, dibujos, obra gráfica, bocetos de murales además de libros y fotografías del artista; la otra, su perspectiva menos conocida: la de dramaturgo. El contraste no podía ser más profundo, y es la segunda la que, teóricamente, lleva las de perder por ser menos conocida. Aparentemente las dos caras no tienen nada que ver entre sí, pero la artista y escritora mexicana Verónica Gerber Bicecci —a través de una instalación que combina acciones performáticas con discurso sobre el arte— demuestra que existen distintos vasos comunicantes entre ambas y que se pueden romper los límites de ambas expresiones para acceder a ellos.

David Alfaro Siqueiros
Crédito: David Zamorano/Sala de Arte Público Siqueiros

El cosmos pictórico del mexicano es monumental, disruptivo, experimental, dinámico, de colores intensos, y de trazos fuertes, casi violentos. El universo del teatro, sin embargo, se remonta al último periodo que el artista pasó en la cárcel, durante su reclusión en el Palacio de Lecumberri entre 1960 y 1964, tiempo en el que escribió Brasa viva, obra de teatro pensada en cuatro actos, pero de la cual sólo se trazó el primero. Casi desconocido, el drama imaginado por el artista es triste, opresivo, gris, apocalíptico, en apariencia diminuto.

Son muchas las circunstancias que pueden hacer que una artista visual que escribe explore al mismo tiempo las dos facetas tan radicalmente distintas del mismo artista. Después de realizar un extenso análisis en el acervo documental del Centro de Investigación y Documentación Siqueiros, estudiando épocas y aplicando un criterio de contraste, la autora de Conjunto vacío señala la influencia que la obra de teatro ejerció en el mural La marcha de la humanidad.

David Alfaro Siqueiros
Crédito: David Zamorano/Sala de Arte Público

La puesta en escena conecta directamente con la idea que Siqueiros tenía sobre la necesidad de futuros posibles. No es extraño que Bicecci decidiera convertir este episodio en una conferencia performática. Tiene muy buenos ingredientes una interpretación artística de forma tradicional que permite espacio para la integración de recursos provenientes de las artes escénicas, una situación perfecta para no perder el hilo de lo expuesto y una pizca de reflexión social. La pieza se acabó titulando La travesía —título del primer cuadro de la obra de teatro— y se estrenó el 18 de agosto con dirección de escena de Belén Chávez y la sonorización en vivo de Enrique Arriaga.

Una buena idea, un plantel estupendo, una directora sólida. La fórmula es perfecta. El principal acierto en este caso se encuentra en el desarrollo del texto. La pieza se presenta como una conferencia a cargo de Verónica, quién, durante su desarrollo, sufre un episodio de neuritis vestibular, afección que consiste en la inflamación del nervio vestibular, localizado en el oído interno. Otro tino es la energía que se imprime a la narración, mientras la conferencista prueba su teoría es constantemente interrumpida por las voces de los personajes creados por el pintor: la fatiga, el desencanto, la traición, la impaciencia y la cobardía.

David Alfaro Siqueiros
Crédito: David Zamorano/Sala de Arte Público

La tríada formada por Chávez, Arriaga y Bicecci solventan con oficio la prueba en escena. Con buen gusto, sabiduría como siempre y con la preocupación de estirar los límites y los formatos artísticos —en sus diversas expresiones—, en su conjunto, en la distopia planteada por Siqueiros, el grupo vislumbra algo de luz. Aunque es un discurso inquietante, romper con la idea del yo para hacer comunidad será el punto de partida para escribir y performar una obra de teatro que piensa cómo debería ser el lenguaje del futuro.

David Alfaro Siqueiros
Crédito: David Zamorano/Sala de Arte Público

La travesía presentará siete funciones los jueves y sábados, en las siguientes fechas y horarios: 18 y 25 de agosto, y 1 y 8 de septiembre, a las 19:30 horas; 20 de agosto, y 3 y 10 de septiembre, a las 19:00 horas en la Sala de Arte Público Siqueiros.

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Crédito: David Zamorano/Sala de Arte Público
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