Fuerza del Destino

‘La fuerza del destino’ regresa a la MetOpera 28 años después

Una de las obras maestras de Verdi más difíciles de representar regresa tras 28 años de ausencia, bajo la batuta del reconocido director polaco Mariusz Treliński

La fuerza del destino, una de las obras maestras de Giuseppe Verdi más difíciles de representar, vuelve a la Metropolitan Opera House de Nueva York, tras 28 años de ausencia, con una renovada producción del reconocido director polaco Mariusz Treliński.

Este título se transmitirá en la pantalla gigante del Auditorio Nacional el sábado 9 de marzo dentro del programa En vivo desde el Met de Nueva York, en una versión que traslada la acción a un escenario ambiguo, con apariencia futurista decadente, en el que utiliza una plataforma giratoria para representar el avance imparable del destino.

Lise Davidsen, una de las principales voces femeninas de la escena operística internacional en la última década, debuta como la noble y atormentada Leonora, protagonista de la historia. La soprano noruega se incorpora a la temporada 2023-2024 del Met, después de una serie de actuaciones extraordinarias que la han convertido en una de las heroínas predilectas del público neoyorquino.

Fuerza del Destino
Foto: Karen Almond/MetOpera

El elenco incluye también la destacada interpretación del tenor estadunidense Brian Jadge y el barítono ruso Igor Golovatenko, en los roles de Don Álvaro y Don Carlo, cuya enemistad traerá consigo un desenlace trágico. A ellos se suman el bajo Soloman Howard (marqués de Calatrava/Padre Guardiano), la mezzosoprano Judit Kutasi (Preziosilla) y el bajo barítono Patrick Carfizzi (Fra Melitone).

Al frente de la orquesta estará el franco-canadiense Yannick Nézet-Séguin, director musical Jeanette Lerman-Neubauer del Met, que conducirá su tercer título de la temporada en curso tras los estrenos de Dead Man Walking (Jake Heggie) y Florencia en el Amazonas (Daniel Catán).

La fuerza del destino ausente desde 1996

La adaptación de esta ópera realizada por James Levine en 1984 se presentó por última vez en este escenario en 1996.

Ahora, motivado por la pregunta que se han realizado tanto filósofos como científicos a lo largo del tiempo, sobre la posibilidad del libre albedrío ante la voluntad del destino, Mariusz Treliński ha creado en asociación con la Ópera Nacional de Polonia y el Met de Nueva York una renovada puesta en escena de La fuerza del destino.

Fuerza del Destino
Foto: Karen Almond/MetOpera

El director polaco de cine, teatro y ópera recibió en 2018 el Premio Internacional de Ópera, galardón que desde 2013 reconoce a lo mejor de este género en el mundo.

Considerada una de las obras que mejor captura el legado musical del compositor italiano Giuseppe Verdi (1813-1901), cuya trayectoria abarca más de seis décadas y 26 títulos, de los cuales al menos la mitad forma parte del repertorio operístico actual, el 10 de noviembre de 1862 Verdi estrenó La fuerza del destino, en San Petersburgo.

El libreto fue escrito por el poeta italiano Francesco Maria Piave (1810-1876), basado en la obra Don Álvaro o la fuerza del sino de Ángel Saavedra, Duque de Rivas.

Luego de varias revisiones posteriores, Verdi pidió algunas modificaciones a su compatriota Antonio Ghislanzoni (1824-1893), quien proporcionó texto adicional y alteró el desenlace así como otras escenas, para hacer una trama menos violenta. Esta segunda versión fue presentada en febrero de 1869, en el Teatro de La Scala de Milán, y actualmente es la más conocida y representada de la obra.

La fuerza del destino está ambientada originalmente a mediados del siglo XX, en Sevilla, España. La historia gira en torno a Leonora, hija del marqués de Calatrava, quien está enamorada de Don Álvaro, un joven de clase social inferior.

El padre de Leonora prohíbe a la pareja verse y ésta planea fugarse, pero es atrapada e inicia una pelea entre los dos hombres, que concluye cuando la pistola de Don Álvaro se dispara, hiriendo de muerte al marqués y provocando la huida de los amantes.

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Foto: Karen Almond/MetOpera

A partir de este suceso, Don Carlo, hermano de Leonora, jura vengar la muerte de su padre con la sangre de Don Álvaro y la de su propia hermana Leonora, mientras que la pareja se separa como resultado del caos.

En cuanto a la estructura narrativa, explica Jay Goodwin, director editorial de la Met, se trata de una ópera cuyo título se refiere al poder superior que decide la vida de sus protagonistas. De ahí que sea justificado el uso de mecanismos habituales en la obra de Verdi:

“Un padre autoritario con una hija rebelde, un amante prohibido, un hermano vengativo, identidades ocultas, coincidencias convenientes, enfrentamientos dramáticos y consecuencias mortales”.

Sin embargo, Treliński se aleja de la concepción divina del término destino, para explicarlo según las circunstancias y las decisiones que rodean a los personajes de esta historia. “Para mí, la muerte accidental de Calatrava es el punto de inflexión”, afirma.

“Es dominante e incluso brutal la manera como ejerce su autoridad. Esto marca permanentemente a sus hijos, quienes son incapaces de escapar de los roles que él les ha asignado.

“Entonces, el trauma causado por su muerte violenta es como una apertura de billar: impulsa a todos los personajes a lo largo de una trayectoria fija sin salida, no porque haya sido ordenada por Dios, sino porque así somos las personas, por nuestra constitución psicológica. Nunca superamos algunas de las cosas que nos pasan”.

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Foto: Karen Almond/MetOpera

En esta nueva adaptación del director polaco, el transcurso del tiempo es plasmado mediante la utilización del plato giratorio de la Met, dispositivo del tamaño del escenario que se mantiene en constante movimiento y genera la sensación de una fuerza inevitable, capaz de envolver a cada individuo sobre su superficie.

Asimismo, Treliński y su equipo creativo conformado por el escenógrafo Boris Kudlička, el diseñador de vestuario Moritz Junge, el diseñador de iluminación Marc Heinz y el proyeccionista Bartek Macias y el coreógrafo Maćko Prusak ofrecen una impactante serie de imágenes escénicas, en la que cada una simboliza las diferentes fases de la civilización contemporánea: desde la época bélica y el auge del nacionalismo, pasando por el fin del conflicto armado y sus secuelas, hasta la visión de un mundo en ruinas.

La música es otro de los atractivos de La fuerza del destino. La partitura, explica el director musical Yannick Nézet-Séguin, “está llena de energía y dramatismo en cada compás” y supone un “maravilloso escaparate” para la orquesta y el coro del Met, dada la abundancia de personajes y posibilidades vocales que estos ofrecen: arias, dúos y números corales interpretados casi sin pausa y con requerimientos técnicos exigentes.

La soprano Lise Davidsen asume por primera vez en su carrera el desafiante papel de Leonora, que debido a su composición demanda una voz prodigiosa y una fuerza expresiva al alcance de pocas intérpretes. Esta labor incluye el aria más grande y famosa de la obra, Pace, pace, mio Dio.

“Siempre es maravilloso cantar a Verdi”, dice Davidsen, quien ejecuta por primera ocasión una obra del compositor italiano sobre el escenario del Met. La cantante noruega debutó en la compañía en 2019, con La reina de espadas de Piotr Ilich Tchaikovsky, y desde entonces ha encarnado a grandes heroínas del repertorio operístico: Eva en Los maestros cantores de Núremberg, de Richard Wagner; el rol titular en Ariadna en Naxos, Crisótemis en Elektra y Marschallin en El caballero de la rosa, todas de Richard Strauss.

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Foto: Karen Almond/MetOpera

Otros papeles fundamentales en esta ópera son Don Álvaro y Don Carlo, interpretados ahora por el tenor Brian Jadge y el barítono Igor Golovatenko, respectivamente. Ambos artistas realizarán tres notables dúos de barítono y tenor, además de un momento estelar para cada uno: el aria Urna fatale, de Don Carlo, y la apertura del tercer acto Oh, tu che in seno agli angeli, de Don Álvaro, que contiene una introducción extendida con clarinete.

Originario de Nueva York, Brian Jadge se ha establecido como una de las figuras habituales del Met. En 2014 hizo su debut en la compañía en Arabella, de Strauss, y en 2021 asumió su primer rol protagónico en Tosca, de Puccini. En la temporada 2022-2023 realizó una serie de aclamadas presentaciones en las principales casas de ópera del mundo, incluido su papel como Radamés en Aída, de Verdi, en el que destacó por la potencia de su voz.

El ruso Igor Golovatenko es uno de los actuales referentes de la escena operística de su país. Estudió en la Academia de Artes Corales de Moscú y ahora es un destacado barítono de la Ópera Bolshoi de Moscú. En los últimos años ha debutado en las principales compañías de ópera y teatro a nivel internacional, entre ellas, el Met de Nueva York, donde se presentó por primera vez en 2019 con La dama de picas, de Tchaikovsky.

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