Adentrarse al archivo fotográfico de Héctor García, conformado por millón y medio de negativos, es aceptar el fracaso. Ningún especialista conoce todo su legado y pocos son los que han explorado más allá de las 700 imágenes que el propio autor catalogó como “icónicas”, entre las que se encuentran sus imágenes más famosas.
Reconociendo esta derrota, es que la especialista Gabriela González Reyes emprendió un nuevo intento por redescubrir y mirar con una visión del siglo XXI algunas imágenes ya conocidas, y revelar otras que se mantenían inéditas. El resultado es el libro Héctor García. Ciudad de México, publicado en el contexto de los festejos por los 100 años de nacimiento del artista, quien nació el 23 de agosto de 1923.
Editado por Hydra, la Fundación María y Héctor García y Fragonard 70, con el apoyo del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales, el libro contó con la asistencia en la investigación de Gabriela Martínez Corzo, y con el trabajo de concepto, diseño y edición de Claudia Rodríguez y Adriana Rodríguez.
Tras la presentación, realizada el pasado martes en las instalaciones de Hydra+Fotografía, Héctor García Sánchez, hijo del fotógrafo conocido como Pata de perro, detalló que la publicación se concibió hace más de 9 años, pero que en ese momento no tuvieron los recursos económicos para publicarlo. “Ahora, con la beca del Fonca, logramos imprimir el libro, el cual ya estaba diseñado. Fue un muy buen momento para hacerlo por el centenario de mi padre”, menciona en entrevista con Fusilerías.
El libro reúne 108 fotografías que Héctor García tomó entre 1950 y 1970 en torno a la Ciudad de México y la acelerada modernización que experimentó a partir de la segunda mitad del siglo XX. Se pueden apreciar tomas panorámicas sobre la construcción de los multifamiliares de Tlatelolco, Ciudad Universitaria y avenidas importantes como Periférico, que cambiaron definitivamente el rostro de la ciudad, aún con rasgos rurales, en la que nació el destacado fotógrafo.
Estas imágenes las realizó García por encargo para ilustrar la primera edición en inglés del libro Nueva grandeza mexicana de Salvador Novo, quien ya había publicado cinco ediciones en español de esta obra. Esta edición en inglés es de 1967 y las imágenes fueron seleccionadas por Vicente Rojo. Ese mismo año hubo una versión en español, en la que Carlos Monsiváis escribió en el prólogo:
“Artista preocupado por todas las posibilidades del rostro, artista ocupado en captar la transformación y permanencia de la fisonomía humana en esta ciudad, Héctor García es compañero perfecto de Salvador Novo en esta renovada odisea citadina, en este indetenible afán de vivir, encarnar, registrar y amar a una ciudad: la espléndida y brutal, la miserable y extraordinaria Ciudad de México”.
Precisa García, también fotógrafo, que además de las tomas panorámicas, hay otras fotos a nivel de piso, algunas inéditas, de los personajes que habitan la ciudad, y otras clásicas que decidieron incluir.
Héctor García, bajo la mirada del siglo XXI
Relata que, al revisar parte de los miles de negativos de su padre, se percataron que, además de las fotografías ya conocidas, aquellas que estaban marcadas por los editores de la época, había muchas otras muy interesantes que nunca fueron publicadas ni utilizadas para ninguna exposición.
“Cuando empezamos a revisar los negativos, vimos que el 35 es muy bueno, ¡pero el 36 también! Ambos eran igual de importantes. Tenemos la idea de lo que mi papá registró por los curadores de aquella época; su visión se quedó registrada en esos contactos que están marcados. Pero hoy en día, que hemos hecho una nueva revisión de todo este material con otra manera de ver las cosas, vemos que hay imágenes que son increíbles, y que en ese momento no les dieron el valor que hoy les podemos dar. Al lado de las imágenes icónicas, hay fotos muy importantes. Tenemos que descubrir nuevas imágenes y verlas con una nueva visión del siglo XXI”, explica.
Sobre el archivo de tu padre, ¿qué procede ahora para su correcto resguardo?
Hemos recibido algunos apoyos. Gabriela González ha logrado algunos apoyos del Fonca. Precisamente con una de las becas se lograron digitalizar y resguardar estos “íconos”, catalogados así por mí padre, de más de 700 fotografías, que incluye un poco de todo: cultura, política, espectáculos, el barrio y sus viajes. Viajó a China, Europa y un año entero estuvo detrás de El Cordobés (Manuel Benítez Pérez). Ahí está todo ese material que él mismo seleccionó, pero obviamente hay mucho más. La intención es que su gran archivo se conozca por el público.
¿La solución es que se compre el archivo?
No. Nosotros queremos mantener el deseo de mi papá, de que el archivo, que es nuestro tesoro, se quede en la familia y que seamos nosotros quienes lo cuidemos y resguardemos. Ahora, no sólo es resguardarlo, hay que digitalizarlo y cambiar las guardas por unas libres de ácido que puedan mantener estos negativos con mayor calidad. También hay que mantenerlos a una buena temperatura y humedad, y todo eso implica un gasto.
“Además de digitalizar, hay que identificar. En algunos casos viene la fecha de la toma, pero no siempre los nombres de los personajes que aparecen en las imágenes. A veces tampoco podemos identificar que parte de la Ciudad de México es la que vemos.
“La fotografía titulada ‘¡Córrele!’, por ejemplo, en la que aparece un abuelo con una niñita cruzando la calle, no hemos logrado identificar qué esquina es. En el edificio del fondo se lee “Banco de México”, pero no lo sabemos exactamente. Suponemos que el edificio es el Banco de México, pero que en cierto momento tuvo algunos cambios. He consultado su acervo fotográfico, pero no lo hemos ubicado. En cambio, en la fotografía “Entrada de estrellas”, en la que un hombre carga una puerta, estamos seguros que era una puerta del Palacio Bellas Artes por la tipografía.
Ocho exposiciones en homenaje a tu padre, algo inédito. ¿Cómo te sientes de todo lo que se hizo?
-Me siento muy contento de haber logrado hacer este homenaje, lo tiene muy merecido. No porque sea mi padre, pero es un fotógrafo muy importante para la historia fotográfica de México. Me siento muy orgulloso. Fue más de un año de trabajo, de ir a tocar puertas a muchos lados. Mi papá se ganó el cariño de mucha gente y de alguna manera eso ha hecho que todo se facilité. Hoy cosecho todo el cariño que le tenían a mi padre. No pienso quitar el dedo del renglón de hacer un gran libro que abarque todo lo que hizo.
Próximamente, dos libros más…
Además del libro Héctor García. Ciudad de México, dos publicaciones más están en puerta. El primero de ellos estará a cargo de Alejandra Zamudio, directora de Luna Córnea. Este libro recogerá el material exhibido en las exposiciones conmemorativas del Centro de la Imagen, las Rejas de Chapultepec y el Museo de la Ciudad de México. Además, incluirá imágenes que el fotógrafo tomó de la estatua de Carlos IV, mejor conocida como El Caballito.
El otro libro reunirá las imágenes que se exhiben en la exposición El lado oscuro del régimen: la protesta del 58 y el 68, curada por el investigador Alberto del Castillo. En esta muestra se puede ver la cobertura que García hizo sobre dos momentos clave de la protesta social de mediados del siglo pasado: el levantamiento de ferrocarrileros, telegrafistas, estudiantes y maestros de 1958 y la gran revuelta estudiantil de 1968.
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— MUNAL (@MUNALmx) November 26, 2023