En el cielo de Nepantla, sobre una fumarola del Popocatépetl, se escribe el primer párrafo de “Redondillas”, el poema más famoso de Sor Juana Inés de la Cruz. Semeja el fragmento de un storyboard.
“Tiendo a realizar guiones gráficos de todo, es como cuento las historias, retrato la vida y percibo ideas y personajes”, dice el actor, productor, guionista y director de cine mexicano de los años setenta Hugo Stiglitz mientras señala a una diminuta Juana de Asbaje en óleo.
Próximo a exhibir con los maestros Teresa Galván y Miguel Ángel Contreras (en cuya casa transcurre la entrevista) una visión diferente de Sor Juana, Hugo Stiglitz incursionó en el arte pictórico durante la pandemia de covid-19.
—Mis hijos me regalaron pinturas al óleo para que me entretuviera. No me parece un arte lejano al cine, porque éste reúne todo: literatura, música, danza, arquitectura, escultura y pintura. En el cine convergen todas las manifestaciones del arte.
Así comenzó a adentrarse en un mundo de figuras y colores “que tiene su origen en la fotografía y que capto con ojos de águila. Me gustan los animales”, asegura quien se define como un pirata romántico o un marino enamorado de la luna de plata.
Previamente recriminó:
—Llega tarde. No tengo tiempo. A ver, qué quiere preguntar:
—¿Cuál es su estilo pictórico?
—Contemporáneo figurativo. ¿Ya va a empezar la entrevista?
—La entrevista ya comenzó. Quiero que me hable por favor de su próxima exposición de Sor Juana en el Alcázar de Chapultepec, donde compartirá créditos con dos artistas plásticos.
—Bueno, me invitaron mis amigos. No tengo los detalles.
—¿Puedo ver su obra?
Surge entonces una hoja de papel bond en acrílico que precede a un óleo de pequeñas dimensiones.
—Tengo influencias del Doctor Atl –dice, y recorre con la mirada la representación del Popocatépetl y las llanuras de Nepantla.
No resulta inusual el comentario de quien interpretó Robinson Crusoe y otras películas del género de aventuras y ambientes exóticos, como Las figuras de arena, Un pirata de 12 años, La noche de los mil gatos, Robinson y Viernes en la isla encantada, Viaje fantástico en globo y Supervivientes de los Andes, la película que representó su mayor éxito de taquilla.
Egresado de Ingeniería Civil, ahora abraza el arte pictórico como refugio. “Es la manera de reflejar mi visión cósmica de águila”, refiere el actor de más de 400 películas del cine mexicano que ahora extiende su espíritu aventurero en los lienzos, donde imprime volcanes, altas llanuras, lava de fuego y minúsculas lunas.
La barba larga, plateada, la mesa un poco mientras confiesa que las personas son representadas por su entorno, por los cielos que las circundan, que el paisaje es la savia de lo que hacen. De ahí la simbiosis Nepantla-Juana de Asbaje, la representación de quien es él en su nueva faceta artística a través de tres volcanes, su rostro lo simboliza en verde llanura, la anatomía de los seres los vuelve elementos de la naturaleza, tierra, montículos, piedras.
Para un náufrago la naturaleza se vuelve todo. Es el mapa con el que interpretan quiénes son y qué vida tienen. Y para quien diera vida al mítico personaje de Daniel Defoe, también es la manera en la que representa e interactúa con la realidad.
“Mi aportación a la pintura es el regreso a lo esencial. No a elucubraciones exóticas o llenas de glamour, sino a lo primordial, a un sentido básico de belleza, a una manifestación cruda de lo que somos y nos rodea.”
La voz y ademanes fuertes. Recios los brazos y los ademanes.
—¿Cuál es el secreto de la eterna juventud?
Fiel a sus creencias y vida, este hombre que de manera intuitiva adopta el estilo naïf en sus creaciones, sin titubear responde:
—Comer. Comer bien, sanamente y tres veces al día. También dormir.
Mexicano de raíces austriacas por parte de su padre, estudió ingeniería civil luego de intentar pertenecer al club de futbol de la Universidad Autónoma de Guadalajara. Después, en Acapulco iniciaría su carrera actoral y fílmica, pero la pandemia mundial de covid-19 le mostraría otra manera de expresarse.
—Ya no son gesticulaciones o tonos de voz. Ahora es ver a los personajes a través de los paisajes circundantes, es la tierra de donde nacemos lo que nos define. Son los paisajes los retratos más fidedignos, los volcanes son metáforas de la pasión y los secretos que guarda el subsuelo. Son representaciones de nosotros mismos y nuestras creencias y anhelos.
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— Fusilerías (@fusilerias) August 11, 2021
