LGBTI

«Lesbian avengers»: las vengadoras lesbianas

Lee un adelanto exclusivo del libro ‘Orgullo. La lucha por la igualdad del movimiento LGTBI’, de Matthew Todd, cortesía de la editorial Oberón Libros

«Un poli me dijo: “Muévete, marica”, pensando que era un tío gay», contaba en una entrevista. «Yo le dije: “iNo me muevo! Y no te atrevas a tocarme”» El poli me empujó e instintivamente le di un puñetazo en plena cara. iVaya si sangraba! Fue él el que cayó al suelo, no yo».

Su compañera durante 25 años, Diana, murió en la década de 1970. Stormé DeLarverie era respetada como veterana de Stonewall y trabajó en la seguridad de varios locales de lesbianas como el Cubbyhole. También patrullaba la zona del Greenwich Village para garantizar que no pasaba «nada malo» por allí. Mucha gente se refiere a DeLarverie como la «Rosa Parks de las lesbianas». Se ha convertido en un poderoso símbolo del orgullo lésbico, pero también de la eliminación sistemática del papel de los afroamericanos e inconformes de género en la versión predominante de la historia del movimiento LGTBI.

Lesbianas
Stormé DeLarverie era respetada como veterana de Stonewall

En esa historia, el papel de los hombres gays y de las organizaciones gays dentro del movimiento de defensa de los derechos LGTBI se ha magnificado con respecto al de otros colectivos. Las lesbianas han sufrido la acción combinada de la homofobia y del sexismo, desde fuera de la comunidad LGTBI y, en ocasiones, también desde dentro. Sin embargo, muchas organizaciones de lesbianas han conseguido superar esos prejuicios y se han convertido en iconos del movimiento, constituyendo de hecho parte del núcleo central del mismo. Soni Wolf creó la organización Dykes on Bikes en 1976, y consiguió que lesbianas en moto abrieran el desfile del Orgullo en San Francisco.

Este contingente motero se ha convertido en un clásico de las marchas del Orgullo en todo el mundo: Europa, Australia, Canadá o Israel (a pesar de una cierta controversia debido a su nombre, que se traduciría como «Tortilleras en moto»). El movimiento feminista lésbico surgido en las décadas de 1970 y 1980 fue muy crítico con el heteropatriarcado, y sus posiciones se convertirían en eje central del feminismo moderno.

Aunque se escribe mucho sobre las aparentes divisiones entre los grupos de gays y lesbianas dentro del movimiento por la igualdad, lo que no se suele contar es que las lesbianas estuvieron en primera línea durante la crisis del SIDA, cuidando de sus hermanos gays y protestando contra la Sección 28, como ya hemos contado en este libro.

En el Nueva York de 1992 surgía el grupo Lesbian Avengers (Lesbianas Vengadoras) con el objetivo de aumentar la visibilidad del lesbianismo. Llevaron a cabo acciones y campañas contra la misoginia, los currículos escolares homófobos y la homofobia en el mundo de la política. Uno de los mayores logros del grupo fue la organización de la Dylce March (Marcha de las Tortilleras), a la que habían precedido dos acciones de carácter espontáneo.

En mayo de 1991, doscientas lesbianas marchaban frente al lugar de celebración de una conferencia lésbica en Vancouver (Canadá). En octubre, el grupo Dykes Against the Right (Tortilleras contra la Derecha) hacía lo mismo en Toronto (Canadá). La primera Dylce March se celebró oficialmente el 24 de abril de 1993 con la participación de 20 mil lesbianas, justamente un día antes de la histórica Marcha Nacional sobre Washington en defensa de la igualdad de derechos para lesbianas, gays y bisexuales, en la que más de un millón de personas LGTBI protestaron contra la desigualdad. Desde aquella primera marcha, se han celebrado más ediciones de la Dyke March por todo el mundo, normalmente en los días previos a la celebración del Orgullo Gay.

A Pesar de que los hombres gays continúan predominando en la narrativa del movimiento LGTBI, cada vez hay más mujeres abiertamente lesbianas con perfiles muy destacados. En Reino Unido, destacan las presentadoras de televisión Sandi Toksvig, Sue Perkins y Clare Balding, la deportista Nicola Adams, las políticas Ruth Davidson y Angela Eagle, y la actriz y modelo Cara Delevigne, además de la directora general de Stonewall, Ruth Hunt.

En España, Ángeles Álvarez lucha contra la violencia de género desde la política, y la actriz y antigua Miss España Patricia Yurena ha sido la primera reina de la belleza en el mundo en salir del armario. En Francia, la ex número uno del tenis, Arnélie Mauresmo, salió del armario en 1999, a los 19 años, mientras que la cantautora Héloise Letissier, conocida como Christine and the Queens, se identifica como pansexual y se hizo muy popular gracias a su álbum de debut publicado en 2014. La cineasta belga Chantal Akerman, que prefiere no definirse por su sexualidad, es considerada una pionera por su obra maestra de arte y ensayo Jeanne Dielman, 23 quai de Commerce, 1080 Bruxelles.

En EU hay muchas mujeres influyentes abiertamente lesbianas como la estrella del deporte Martina Navratilova, la cantante Melissa Etheridge, las actrices Jodie Foster, Sarah Paulson y Jane Lynch, la cómica Wanda Sykes, o las presentadoras de televisión Rachel Maddow y Robin Roberts. Y por supuesto, la que es posiblemente la persona LGTBI más influyente del mundo, la televisiva Ellen DeGeneres.

Texto e imágenes cortesía de la editorial Oberón Libros.

Orgullo. La lucha por la igualdad del movimiento LGTBI

«Lesbian avengers»: las vengadoras lesbianas forma parte del libro Orgullo. La lucha por la igualdad del movimiento LGTBI, de Matthew Todd, y del cual la editorial Oberón Libros nos ha permitido reproducir algunos textos en exclusiva para Fusilerías.

Orgullo recoge los momentos clave en la lucha por la igualdad de la comunidad LGTBI, desde los triunfos de los primeros activistas a la aprobación de leyes contra la discriminación, recogiendo el gradual aumento de la aceptación de la comunidad LGTBI en mundo como el de la política, el deporte, la cultura o los medios de comunicación. Se han incluido imágenes y documentos poco conocidos referidos a algunos de esos momentos clave del movimiento, además de testimonios personales de figuras fundamentales abordando diferentes aspectos.

Desde Maureen Duffy rememorando los inicios del movimiento a Asifa Lahore reflexionando sobre la religión. Jake Shears habla sobre música, Will Young sobre problemas mentales y Paris Lees sobre la imagen pública de los transexuales. Orgullo es una celebración diferente de la cultura LGTBI, pero también un repaso a los desafíos a los que nos enfrentamos como comunidad.

Pretende igualmente dejar constancia de que la igualdad de derechos de la que muchos disfrutamos es el resultado de la pasión y la constancia de los que formamos parte de este movimiento social de masas.

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Orgullo. La lucha por la igualdad del movimiento LGTBI

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