Natalia Litvinova, con Luciérnaga, ganó ayer el Premio Lumen de Novela. Se trata de la primera novela de una poeta nacida hace más de treinta y cinco años en Bielorrusia, hija de padres que decidieron dejar atrás el pasado y la contaminación ocasionada por el desastre de Chernóbil para instalarse en Argentina. Hasta ahora, Natalia Litvinova ha publicado una decena de poemarios y participado en diversas antologías. La poesía es un arte al que se dedica desde que leyó a Lorca cuando tenía catorce años, “me enamoré del español gracias al poeta”, afirmó la escritora.
Luciérnaga, que estará disponible en librerías a partir de septiembre, cuenta la historia del exilio de la familia de la autora —nacida en Gómel, ciudad del sureste de Bielorrusia, en 1986— emigrada a Buenos Aires en 1996, en busca de un futuro mejor. En la obra, señaló Litvinova, jugó un papel importante el papel de su madre y las memorias que ella escribió en una libreta para narrar las vicisitudes y recuerdos de todo lo que había vivido.
La escritora española y miembro del jurado que seleccionó el volumen como obra ganadora de esta edición, Clara Obligado, aseguró que Luciérnaga, como todos los buenos libros, “plantea una serie de contradicciones. Es un libro luminoso que habla de tiempos oscuros. Es sencillo para mostrar la complejidad del mundo que nos toca vivir. Es tierno en su dureza, apegado a la realidad, pero mítico a la vez, habla de la pérdida de un país y de la recuperación de otro; de lo que significa crecer, pero también de la vejez. Es fácil de leer, pero se queda dentro de nosotros replicando. Es una novela, pero en ella laten, también, la poesía y el cuento, es un descubrimiento y una sorpresa, pero es una apuesta segura”.
Natalia Litvinova es la segunda escritora recompensada con el premio heredero de la iniciativa creada por Esther Tusquets en 1994 y retomado en 2023 con el «compromiso de alentar la creatividad y continuar dando protagonismo a las escritoras en todo el ámbito en español». Entre ella y Leticia Martin, ganadora de la edición anterior del premio, hay varios puntos de contacto, desde el gusto por la frase corta y las palabras sencillas hasta el origen común argentino.
Natalia Litvinova, elección alumbrada por la unanimidad
Después de una deliberación en la que hubo que pronunciarse entre cuatro novelas seleccionadas, de las 549 presentadas, el jurado decidió otorgar por unanimidad el segundo Premio Lumen de Novela, dotado con 30 mil euros y la publicación en todo territorio de habla hispana, a la obra de la escritora bielorrusa. También destacó la gran cantidad de los manuscritos recibidos y la gran calidad de los finalistas. Al hablar de la premiada, afirmaron que se trata de “una voz deslumbrante y conmovedora, con la difícil cualidad de la sencillez en la tradición de la mejor literatura rusa, pasa del realismo a lo mítico con naturalidad y sabe recurrir al humor y a la ironía para narrar una historia que aún no hemos leído sobre la guerra y la emigración, la vida en Bielorrusia, el país que se rompe como telón de fondo sobre el que se narran los recuerdos de una infancia marcada por el desastre de Chernóbil y la resistencia de las mujeres. Una novela luminosa y radioactiva”.
El Premio Lumen de Novela —que entre 1994 y 1999 condecoró a las escritoras Ángeles de Irisarri, Ana Rodríguez Fischer, Clara Obligado, Alicia Giménez Bartlett y Clara Usón— está dotado por 30 mil euros y la obra será publicada en toda Hispanoamérica, lo que garantiza el contacto con los lectores de varias partes del globo.
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Lola Larumbe, miembro del jurado y propietaria de la librería Rafael Alberti, afirmó que Luciérnaga “es un libro que va a tener muchísimos lectores y lectoras en todos los lugares, tanto en España como en Latinoamérica”. Al destacar sus virtudes mencionó que se trata de “una obra escrita por una poeta lo cual se adivina en el texto. Es una novela que sorprende por su naturalidad y por su forma de narrar una historia de desgarro, de pérdida del hogar, de trasiego de un continente a otro, del dolor por el tener que dejar todo atrás y también de la esperanza de tener que llegar a un lugar nuevo como es la Argentina de la década de los 90 del siglo pasado. Natalia tiene una delicadeza que nos recuerda esas historias contadas dentro de la casa, casi en un silencio, como un murmullo, y nos trae también a un presente complicado, el de una mujer que se hizo adulta, creció y tiene que enfrentarse a la desmemoria de su madre y volver a recuperar esa historia de esos niños luciérnaga que no podían acercarse a zonas prohibidas porque la radioactividad los contaminaba y los mataba.
El laurel a Litvinova llegó casi una década después del Premio Nobel de Literatura otorgado a Svetlana Aleksiévich, quién en 1997 publicó Voces de Chernóbil un libro documental que recoge el testimonio de más de medio millar de personas que fueron testigos del desastre de Chernóbil, Ucrania.
Natalia Litvinova nos cuenta cómo surge Luciérnaga, obra ganadora del II Premio Lumen de Novela.
Narra los recuerdos de una infancia marcada por el desastre de Chernóbil y la resistencia de las mujeres con el telón de fondo de la guerra, la disolución de la URSS y la emigración. pic.twitter.com/q7FGFliDbX— Penguin Perú (@penguinlibrospe) June 5, 2024