Lluvia, Luna y ska con los Fabulosos Cadillacs en el Zócalo

La banda argentina reunió a 300 mil personas en una exhibición que cerró con “Matador”, pero incluyó un “encore” con “Vasos vacíos” y cinco rolas más
El gobierno capitalino calculó 300 mil asistentes y declaró saldo blanco. Foto: Especial.
El gobierno capitalino calculó 300 mil asistentes y declaró saldo blanco. Foto: Especial.

Con versiones renovadas y estilizadas de sus éxitos más emblemáticos, Los Fabulosos Cadillacs cumplieron con creces las expectativas sobre su presentación en la Plaza de la Constitución de Ciudad de México: 24 canciones en total, 18 del setlist más seis del encore, con las que la banda argentina de ska complació a decenas de miles de seguidores. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, dijo que fueron 300 mil. El dato sólo como anécdota.

Desde antes de que empezaran a sonar las primeras notas de “Cadillacs”, el público reunido en el Zócalo ya estaba eufórico y la comunión subía de tono conforme coreaban “El León”, “Demasiada presión”, “El Muerto” y “Carmela”.

Habían pasado muchas horas desde que llegaron los primeros asistentes la noche del viernes para ocupar los lugares más cercanos al escenario. Otros, que estaban más atrás, lo hicieron por la mañana del sábado, y ya por la tarde se llenó la explanada en su totalidad, incluso las calles aledañas, donde fueron instaladas pantallas.

 

Aunque hubo un par de incidentes con personas que requirieron atención de los paramédicos, la fiesta transcurrió con saldo blanco, pero sin faltar la bienvenida de Tláloc una hora antes del concierto, que lejos de ahuyentar a los asistentes sirvió para aplacar la ola de calor.

“Estoy harto” y “El genio” dieron paso a “Calaveras y diablitos” “Los condenaditos” y “El aguijón”. Para ese momento, los asistentes ya estaban eufóricos con la entrega de los músicos argentinos, que no escatimaron en arreglos tanto en los bajos de Señor Flavio como en el sax de Sergio Rotman.

Vicentico esta vez habló muy poco con el público, pero dijo lo esencial, lo que ha dicho siempre sobre sus seguidores mexicanos, a quienes reiteró su cariño y respeto. Destacó la importancia de estar en la Plaza de la Constitución como algo “inolvidable” que ya marcó las vidas de todos los que estuvieron ahí.

Para cuando interpretaron “Número dos en tu lista”, “Basta de llamarme así” y “Saco azul”, sobre todo esta última, el público cantaba y bailaba, e incluso algunos intentaron un slam incipiente que no pasó a mayores, todo quedó en euforia.

Y si Tláloc ya se había hecho presente, Metztli no se quedó atrás. Justo cuando Los Fabulosos Cadillacs interpretaban  “Siguiendo la Luna”, el cielo de la capital mexicana se despejó y dio paso a nuestro satélite natural para que iluminara en todo su esplendor. Hecho inadvertido para muchos, incluido Vicentico, pero no así para Señor Flavio, quien de inmediato le informó, y a señas lo hicieron evidente.

La intensidad fue subiendo con “Quinto centenario”, “Carnaval” hacía que retumbara la explanada, con “Mal bicho” todos cantaban y bailaban”. Luego vino la consabida falsa despedida e interpretaron “Matador”. En la explanada ya se respiraba un doble sentimiento. El gusto por escuchar una de las canciones más esperadas, pero también la tristeza por saber que el concierto llegaba a su fin con aires de libertad y sangre combativa.

La últimas seis piezas se disfrutaron al máximo: “Vos sabés / Hoy lloré”, “Mi novia” y “Belcha” ya eran suficientes como encore, pero sin pausa siguió otra de las más esperadas, “Vasos vacíos”, mas cuando todos creían que así terminaría el concierto vinieron “Satánico” y “Yo no me sentaría”.

El gobierno capitalino calculó 300 mil asistentes y declaró saldo blanco. Foto: Especial.
El gobierno capitalino calculó 300 mil asistentes y declaró saldo blanco. Foto: Especial.

Para muchos faltaron canciones, por supuesto, una banda con casi 40 años de trayectoria no puede tocar todo su repertorio en dos horas, pero los que tuvimos la fortuna de estar ahí vivimos una comunión con una de las bandas consentidas no sólo del ska, sino del rock y muchos otros géneros, sobre todo porque aunque parezca que las tocan igual, la realidad es que siempre lo hacen diferente.

En esta ocasión se escucharon con arreglos distintos, ritmos más rápidos y armónicos sin cambiar la esencia de las canciones. Los Fabulosos Cadillacs hicieron honor a su nombre. Son verdaderamente fabulosos y marcaron territorio como una de las bandas preferidas no sólo de los capitalinos, sino de otras latitudes, ya que muchos vinieron de diversos estados y el extranjero para ser testigos de uno de los conciertos más importantes de esta banda en México.

 

 

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