I.
Neometamorfosis
Despertó de un sueño intranquilo con una tremenda rigidez en su espalda y un vientre totalmente plano. Le angustiaba no tener extremidades. Su visión, eso sí, había mejorado con una potente retina XDR y más aún su memoria de 128 mb.
“¿Qué me ha ocurrido?”, pensó. No era un sueño.
Quiso dormir un poco más para olvidar esa locura, pero era imposible. Estaba acostumbrado a dormir del lado derecho, pero en su estado actual no podía ponerse en esa posición porque se lo impedía la forma rectangular de su pequeño cuerpo, con un ancho de apenas 7.4 mm, además de un incómodo cable que estaba conectado a sus entrañas y que daba a un cargador de 96 W.
II.
(Des)empatía
—Tienes que ponerte en su lugar.
Sugirió el terapeuta de parejas, buscando una solución a la apasionada controversia.
Y accedió, pero no había butaca.