Un cráter lunar, un elemento químico y un asteroide llevan el nombre de quien es considerado el padre de la física cuántica; se trata del científico danés Niels Bohr quien en 1922 recibió el Premio Nobel de Física por la investigación de la estructura de los átomos y de la radiación que emanan.
A 100 años de este suceso, el Colegio Nacional recordó con un conservatorio la vida, obra y legado de Bohr, a quien Albert Einstein llamó “uno de los más grandes investigadores científicos de nuestro tiempo”, y cuyas investigaciones se desarrollaron en el periodo de entreguerras y durante la amenaza nazi.
En la mesa Niels Bohr, padre de la física cuántica, a cien años de su Premio Nobel participaron Alejandro Frank, experto en mecánica cuántica y física atómica; Julia Tagüeña, ganadora de The Public Understanding and Popularization of Sciencie Award 2021, que otorga la Academia Mundial de Ciencias; Gerardo Herrera, físico de partículas y autor del libro Agujeros negros y ondas gravitacionales, una mirada profunda al universo, y Eduardo Gómez García, académico del Instituto de Física de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Bohr marcó el inicio de una revolución en el pensamiento científico, que empezó a confrontar experimentos que la física tradicional no era capaz de explicar, sostuvo el colegiado Alejandro Frank, y abundó que el danés y su escuela postularon el primer modelo atómico exitoso y luego, Werner Heisenberg, su alumno y colaborador, junto con Max Born y otros, establecieron las bases matemáticas de la teoría cuántica en 1924 y 1925.
El experto en física atómica, agregó, que más allá de escribir correctamente el campo de los átomos y las partículas la teoría cuántica abre una caja de pandora sobre lo que parece implicar la realidad, como en la literatura fantástica en la que existen fantasmas y figuras que no puedes ver.
“Después de un siglo de su formulación, la mecánica cuántica continúa desconcertando nuestra intuición y comprensión de la realidad».
«Lo que llevó a los mejores físicos a considerarla una teoría incompleta. Entre otras cosas, su aparente acción fantasmal, a distancia, como lo describió Albert Einstein, sigue siendo un gran misterio”, dijo.
La física y académica mexicana Julia Tagüeña comentó que la relación entre Bohr, Heisenberg y Einstein fue muy importante. A finales de febrero de 1927, Bohr encontró el principio de la complementariedad, mientras que Heisenberg, el de la incertidumbre que permite desarrollar la interpretación de Copenhague.
“Ninguno de los dos principios sería aceptado por Einstein, quien estaba convencido de la existencia de una realidad independiente del observador.”
De acuerdo con Tagüena, la interpretación de Copenhague acabó por imponerse y Bohr se convirtió en una figura legendaria para toda una generación de físicos.
Niels Bohr nació en Copenhague en 1885; después de doctorarse, trabajó con Rutherford en Manchester, creó el Instituto Nórdico de Física Teórica a partir de 1920 y huyó de los nazis en 1943 para viajar a Londres.
Posteriormente, trabajó en el proyecto Manhattan en los Álamos, en Estados Unidos. Su hijo Aage Niels Bohr también obtuvo el Nobel de Física en 1975.
La científica aseguró que, después de la Segunda Guerra Mundial, Bohr abogó por el uso pacífico de la energía nuclear hasta su fallecimiento en 1962 y recibió en 1958 el Premio de Átomos para la Paz.
“Hay un cráter lunar que se llama Bohr, hay un elemento químico llamado Bohrio, sus siglas son Bh y su número atómico es 107, y hay un asteroide llamado Bohr 8”.
En otra ponencia, el físico de partículas Gerardo Herrera Corral aseguró que la mecánica cuántica es uno de los pilares de la física moderna y es la teoría que explica la estructura microscópica del Universo.
La mecánica cuántica, sostuvo, tiene su origen en dos aspectos: la radiación del cuerpo negro, con la que se concluyó que la luz era tanto onda como partícula; y el modelo de los átomos, que planteaba la dicotomía de que el átomo era tanto onda como partícula, éste “es uno de los más exitosos de la historia. Es el más utilizado en física y el que se enseña en las escuelas.”
En la ponencia «100 años después: computadoras cuánticas», Eduardo Gómez García, agregó que las tecnologías cuánticas no son una cuestión del futuro y que ya están impactando la vida.
Afirmó que actualmente se tiene un control exquisito de los átomos y se pueden manipular como sea necesario. “En el modelo atómico de Bohr el electrón da vueltas, como si fuera un planeta alrededor del núcleo, y éste puede tener saltos cuánticos en una órbita o en la otra según se requiera».
«Como una ola que llega a la playa y está en muchos lugares al mismo tiempo. Lo mismo sucede con el electrón cuando se comporta como onda, estará en varias órbitas al mismo tiempo, ahí está el poder de las computadoras cuánticas.”
De acuerdo con Gómez García, las computadoras cuánticas no reemplazarán a las computadoras actuales, son mejores sólo en cierto tipo de problemas. “Lo que hace falta es hacerlas más grandes. Existe todo un mercado que ha surgido alrededor de las tecnologías cuánticas y es importante que en México entremos a este mercado.”
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La interpretación de Copenhague es una de las partes centrales del trabajo de Niels Bohr: Gerardo Herrera.
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— El Colegio Nacional (@ColegioNal_mx) March 1, 2022