En los años 70 y primeros ochentas, en las primarias públicas así como en las bodas y fiestas de XV años de esa delgada línea roja situada entre una clase media baja o clase baja alta, estuvo de moda bailar una danza de origen griego que terminaba tropicalizándose en cumbia.
La melodía de marras era el tema principal de la película Zorba el griego, de Michael Cacoyannis, basada en la novela de otro grande, Nikos Kazantzakis. Un combo de obras maestras: partitura, libro, filme.
Hoy, a los 96 años, murió el autor de la música, Mikis Theodorakis.
Retirado desde hace años, por la edad y por enfermedad, el gran Mikis Theodorakis ya era un compositor célebre, el más grande de Grecia del siglo pasado, cuando puso su genio al servicio de la inmortal historia de la relación viril y vital, entre Zorba (Anthony Queen, enorme) y Basil (Alan Bates).
No conforme con el éxito mundial que logró con el tema de Zorba, Mikis Theodorakis musicalizó otro par de obras maestras cinematográficas: Z y Estado de sitio, de su paisano Constantin Costa-Gavras, y en Hollywood con Serpico, de Sidney Lumet.
Desde el cine o desde la música, o desde los recuerdos de esa danza grecoguaracha en la primaria Nicolás García de San Vicente, mi homenaje al maestro Mikis Theodorakis.
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?????? Descanse en paz. https://t.co/yk4Si8bYSp
— roberto lopez (@lopezmixteco) September 2, 2021