Un grupo de investigadores descubrió casi 500 centros ceremoniales en la zona de Tabasco y Veracruz, cuya construcción data entre los años 1100 y 400 a.C., varios siglos antes del apogeo de la civilización maya en el periodo Clásico, del 250 al 950 d.C. El hallazgo fue presentado en la revista Nature Human Behavior.
De acuerdo con Miguel García Mollinedo, del Posgrado en Antropología de la UNAM y colaborador del Proyecto Arqueológico Usumacinta Medio, señaló que no solo el área de cobertura, sino los lazos e intercambios entre olmecas y mayas, en sus primeras etapas, eran más comunes y fuertes de lo que se pensaba hasta ahora.
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— Sala de Prensa UNAM (@SalaPrensaUNAM) January 15, 2022
Junto con Melina García, del Posgrado del Instituto de Investigaciones Antropológicas, García Mollinedo trabaja con el equipo de Takeshi Inomata, de la Universidad de Arizona y líder del Proyecto Arqueológico Usumacinta Medio, con el cual descubrió los 478 sitios utilizando el sistema de mapeo láser aerotransportado o Lidar, por sus siglas en inglés.
El descubrimiento, precisó, transforma la comprensión que se tenía acerca de los orígenes de las civilizaciones mesoamericanas, en particular entre mayas y olmecas, pues muestra una serie de templos y sitios perfectamente orientados con un sentido posiblemente ritual.
Originalmente, agregó, algunos no creían que la alineación de los edificios tuviera un significado ideal, pero lo que se ha visto es que varios concuerdan con fechas específicas del calendario. Por ejemplo, en Aguada Fénix, Tabasco, coincide con la salida del Sol el 19 de febrero, y en Buenavista, Veracruz, lo hace el 5 de marzo; es decir, son similares con un calendario agrícola de febrero a octubre que cuenta los días en veintenas.
El proyecto, realizado en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Inegi, reveló patrones altamente estandarizados en las construcciones, los cuales incluyen plazas rectangulares delimitadas por líneas de montículos bajos, que medían hasta 1.4 kilómetros de longitud.
“Pensamos que hubo una tradición compartida de arquitectura planeada y estandarizada entre estas regiones, aunque pudieron ser diferentes culturas, no estamos pensando que todos sean olmecas o todos mayas, y estamos intentando averiguar qué más se compartía, pero el reporte en Nature muestra que la tradición arquitectónica se extiende en toda la parte analizada”.
A pesar de que el hallazgo de Aguada Fénix y los sitios circundantes en la región del Usumacinta Medio se dio a conocer en 2020, los expertos presentaron el análisis del sitio, de 85 mil kilómetros cuadrados, junto con el Inegi; dicho territorio abarca la región que se dio a conocer, así como el resto de Tabasco y parte del sur de Veracruz.
En el documento se explica que los centros fueron probablemente las primeras expresiones materiales de los conceptos básicos de los calendarios mesoamericanos, la mayoría ubicados en Aguada Fénix, que se encuentra en las tierras bajas mayas occidentales; no obstante, los otros, que son muy similares a éste, se encuentran diseminados en una amplia área, lo que sugiere que el prototipo de estos formatos estandarizados se desarrolló en el antiguo centro olmeca de San Lorenzo entre los años 1400 a 1000 a.C.
“San Lorenzo, que es uno de los sitios más antiguos de Mesoamérica, fue el diseño inicial, por así decirlo, pues comienza a ser habitado alrededor del 1800 a.C. y su auge llega al 1400 a.C., mucho antes de que en Aguada Fénix hubiera una primera ubicación, por lo que pensamos que éste inspiró al de Aguada Fénix 300 años después y lo que no sabemos es si este diseño viajó de la costa del Golfo a Tabasco o al revés”, detalló García Mollinedo.
Además, los complejos estandarizados en esta área fueron abandonados después del 400 a.C., pero algunos de sus elementos fueron adoptados por los centros mayas posteriores.
Asimismo, los investigadores también encontraron que uno de los sitios mapeados, ubicado en Pajonal, Tabasco, es una “réplica miniatura» de lo que hoy se conoce como La Venta.