Los Ángeles en llamas: apocalipsis ahora
I see your hair is burnin’
Hills are filled with fire
—L.A. Woman (The Doors)
Mexicali. El 2025 empezó con visiones apocalípticas en todos los medios de comunicación: Los Ángeles, California, un infierno en vivo ardiendo en llamas, bolas de fuego (great balls of fire), los grandes fuegos (the great fires) todos unidos arrasando con todo a su paso. Viviendas, edificios, carros, naturaleza, animales, hills are filled with fire, cantaba Jim Morrison en “L.A. Woman”. Y frente a esas colinas llenas de fuego, el legendario letrero de Hollywood ha sobrevivido, pero el mundo se temía que no.
No existe una película hollywoodense sobre este desastre natural: incendios forestales (wildfires). A ningún ejecutivo o director se les ocurrió.
Sin embargo, hay un hombre al que apodan el héroe, se llama Edgar McGregor, quien pronosticó los fuegos de Eaton y alertó a su comunidad y vecinos, pidiéndoles evacuar. Algunos de ellos le obedecieron. McGregor es el líder del grupo meteorológico de Altadena en Facebook. Este héroe salvó el trauma y la vida a muchas personas. Las autoridades también alertaron, pero no sabemos por qué su voz pierde impacto y suele ignorarse en tiempos así.
Yo vivo en Mexicali, B.C. y Los Ángeles está a cuatro horas de distancia en carro. Constantemente me decía al ver las noticias: esto nunca había sucedido, nadie se lo hubiese imaginado, pero estaba muy equivocada. Hay un historial de incendios en Los Ángeles.
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El primer gran fuego del que hay registro data de 1879, el siguiente en 1933 y en 1957 los vientos de Santa Ana soplaron por tres o cuatro días provocando un incendio que arrasó 10 mil hectáreas en las montañas de San Gabriel.
“Para la gente que no vive en Los Ángeles es difícil darse cuenta cómo los Santa Ana forman la imaginación local. La ciudad ardiendo es la imagen más profunda de Los Ángeles de sí misma”, escribió Joan Didion en 1969.
Hasta la fecha estos son los incendios más destructivos en la historia de Los Ángeles. He aquí los puntos claves para entenderlo. El tan ignorado cambio climático causado por el ser humano. Un verano y un otoño extremadamente cálidos. Un invierno inusualmente seco. Laderas cubiertas de vegetación completamente seca. En el sur de California no ha caído lluvia significativa en ocho meses. Y los infames fuertes vientos de Santa Ana.
Requieren una mención especial los vientos de Santa Ana, un fenómeno que sopla desde el noreste del estado de California, entre los cañones montañosos y hacia el Pacífico, secando todo a su paso. La gran capacidad de destrucción de estos vientos de hasta 150 kilómetros por hora ha sido determinante en el nivel de destrucción de estos incendios.
A partir del 7 de enero de 2025 los grandes fuegos que provocaron los mayores daños fueron los fuegos de Palisades en Pacific Palisades y los fuegos de Eaton en Altadena.
Después de diez días sin tregua sólo cenizas y escombros quedan de Sunset Boulevard, Malibú y Pacific Palisades. Le doy gracias al cine por inmortalizar lugares y a los directores por las imágenes que se quedan grabadas en la memoria colectiva. Qué pena por aquellos que no pasearon por la carretera sinuosa y en forma de serpiente de Malibú, qué gran tristeza. Y qué decir de Sunset Boulevard, del cual no queda ni el letrero.
Hemos visto que celebridades vieron arder y caerse en pedazos sus mansiones (precio promedio de 3.5 millones de dólares) en Pacific Palisades. Reconozco que también son seres humanos y es algo muy grave, pero no puedo evitar inclinarme por mis paisanos. Todos los migrantes de México, Centroamérica y Sudamérica con documentos o sin documentos que lo perdieron todo.
Sus casas y sus “trocas” chamuscadas. Lloré con ellos. Y aún así, ellos con lágrimas en el rostro que se secan con rapidez, han mostrado la casta y le dicen al reportero: le vamos a echar ganas para salir adelante, como siempre lo hemos hecho. El espíritu inquebrantable de los migrantes es el del ave Fénix: resurgir de entre las cenizas de Los Ángeles.
Los Ángeles: el recuento de los daños y otros datos
Las cifras no muy convincentes hasta hoy son 27 muertos y aún siguen personas desaparecidas, pero ¿cuántos?
Otros números más reales son que 200 mil personas fueron forzadas a evacuar. Quedaron miles de animales domésticos abandonados y otros cientos de animales salvajes, entre ellos caballos y venados,que no lograron sobrevivir los incendios.
Aproximadamente 160 kilómetros cuadrados se quemaron, así como 12 mil 401 estructuras fueron destruidas o quedaron dañadas.
Fueron cientos de reos bomberos trabajando en el combate contra las llamas en Los Ángeles y les pagaron entre 5.80 y 10.24 dólares por día. Los países vecinos, México y Canadá, han hecho acto de presencia con sus cuerpos de bomberos para abatir los fuegos infernales.
No se descarta que estos incendios fueron provocados y por eso se están investigando las causas. Los científicos señalaron que debido a que no hay fuentes de ignición naturales en esta época del año, es casi seguro que fueron iniciados por la actividad humana de alguna manera, ya sean chispas de una línea eléctrica, fuegos artificiales o alguna otra causa.
Estamos a mediados de enero de 2025 y desafortunadamente los incendios continúan y el condado de Ventura es el más susceptible en estos días.
Científicos climáticos de UCLA han llegado a la conclusión de que las condiciones que hicieron posibles incendios tan catastróficos son como tres interruptores que se activaron al mismo tiempo. Las muy altas cargas de combustible, combustibles extremadamente secos y un evento de viento extraordinariamente fuerte de Santa Ana.
Puede ser que todo esto haya sido puramente: ¿mala suerte natural?
La voz profética de Jim Morrison en “L.A. Woman” se escucha a lo lejos o dentro de mi cabeza.
Mister mojo risin’, gotta keep on risin’
Risin’, risin’
Gone risin’, risin’
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