Niños y el mundo mágico de los libros

El fomento a la lectura infantil no avanza en el país, pese a los esfuerzos de distintas dependencias culturales
alas y raices

El mundo digital parece que ha modificado nuestros hábitos y formas de entretenimiento, principalmente en las nuevas generaciones. Un tema importante en este ámbito es el fomento a la lectura infantil, que no avanza en nuestro país pese a los programas y esfuerzos existentes, como el programa Alas y Raíces.

El punto principal es que este sector de la población encuentre diversión y entretenimiento y se forme un hábito permanente por descubrir un mundo diferente. En una conferencia, nuestro Premio Nobel, Octavio Paz, poeta, escritor, ensayista y diplomático mexicano, lo resumió en una frase que hizo historia: “La libertad no necesita alas, lo que necesita es echar raíces”. Esta frase es precisamente la clave de los resultados negativos hoy día: no hay raíces.

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Alas y Raíces, por eso, se llama el programa de la Coordinación de Desarrollo Cultural Infantil, perteneciente a la Secretaría de Cultura federal, que se ha mantenido como una de las áreas estratégicas del sector, actualizando su filosofía con teorías y metodologías de vanguardia. Su propuesta es buscar distintos caminos para transformar el trabajo cultural con niños y jóvenes, ampliando su rango y cobertura de los cero hasta los 25 años en las 32 entidades federativas mediante convenios de colaboración con los gobiernos.

alas y raices Actividades del programas Alas y Raíces

El objetivo principal de estos fondos es generar espacios para el desarrollo de una oferta cultural lúdica, permanente y gratuita para los menores.

Letras para Volar es el primer proyecto de colaboración internacional entre la Universidad de Guadalajara y la Fielding Graduate University, también enfocado al Fomento a la Lectura para Niños y Jóvenes. La directora del programa de la institución tapatía, Patricia Rosas Chávez, ha dicho que “el gusto por leer, el desarrollo de la cognición y la lingüística y el acceso a los libros son los tres grandes temas que se relacionan con la lectura“.

Un ejemplo de ese gusto se manifiesta en los países del Primer Mundo, como Finlandia, que es líder con una media de lectura por persona de 47 libros al año y el verbo “leer” es el preferido en aquella nación, de acuerdo con datos del Centro de Investigación y Docencia Económicas, en los que se informa que los países que integran a sus menores desde los dos años con ese hábito son Bélgica, Francia, Alemania, Italia y Noruega, mientras que Dinamarca desde los tres años.

alas y raices El programa Alas y Raíces es parte de la Secretaría de Cultura

El hábito a la lectura debe ser de forma natural. En Finlandia las familias acuden a la Biblioteca Pública como si fueran a una plaza comercial. Todos acuden con el gusto de elegir sus títulos de lectura preferidos, actividad inculcada por sus padres: los niños observan, imitan y la experiencia se convierte en experiencia familiar positiva.

La realidad en los hogares en nuestro país, en cambio, es que casi la mitad posee de cero a 10 libros y cualquier intento de superar la brecha se convierte en inversión para las familias mexicanas. Con esto es urgente cambiar la estrategia en Programas y Bibliotecas públicas para hacerlo accesible, práctico y ágil.

De acuerdo con el Inegi, mediante el estudio que lleva a cabo denominado Módulo de Lectura, en 2019 el porcentaje por persona adulta era de un libro al año, pero entre 2020 y 2021 pasó a 3.7 libros per cápita además de que la versión digital se duplicó de 12.3 a 21.5 por ciento por la pandemia. La oferta en material audiovisual y títulos digitales mostró resultados positivos para adultos en el confinamiento, pero no en la población infantil, que en muchas comunidades no tiene acceso a plataformas ni a internet.

En redes sociales circula un post con la imagen de un niño que toma un libro y no sabe qué hacer con él. La bibliotecaria, una persona mayor, le da la instrucción: “No hay que encenderlo, solo debes levantar la tapa, en vez de pulsar ‘siguiente’, sólo debes pasar las páginas y como va, sin baterías, nunca se apaga, es genial”.

En resumen, el ejemplo y la enseñanza inician desde casa, y si bien el mundo digital es deslumbrante, el de los libros es mágico entre los niños.

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