Eduardo Huchín Sosa

“Toqué en bares y fiestas y hasta fui músico de iglesia”: Huchín Sosa

El escritor presenta su libro ‘Calla y escucha’ en el que acopia muchas anécdotas de músicos, incluso le dedica un ensayo a Les Luthiers

El escritor Eduardo Huchín Sosa debe a sus dos gatas que le exigían muy temprano de comer las desveladas que se convirtieron en momentos propicios, sin ruido, sin interrupciones, para saciar su curiosidad y preocupaciones que desde mucho atrás había tenido ante la música, y escribir así un libro.

Calla y escucha. Ensayos sobre música de Bach a Los Beatles (Turner, 2022) reúne ocho textos, algunos de los cuales ya había publicado en el sitio web de la revista Letras Libres, en donde es editor, en los que a través de una vasta bibliografía, la búsqueda de nuevas obras y videos con interpretaciones lo mismo de música culta que de rock, blues, jazz y aun Cri-Cri, Huchín Sosa despejó dudas propias.

“Es un libro producto de mi curiosidad”, dice en entrevista el escritor y músico nacido en Campeche.

Con el volumen, que presentará el jueves 9 de junio, a las 19 horas, en la librería Gandhi de Miguel Ángel de Quevedo, acompañado por sus colegas Didí Gutiérrez y Pablo Martínez Lozada, recuerda que la música no sólo se escucha, sino también se debe leer, y que no existe lo que se llama “silencio”.

“El libro es una invitación a prestar nuevos oídos a música que ya habíamos escuchado, pero también a leer a gente que ha escrito sobre esa música, que ha opinado, que ha dejado testimonios de lo que es componer, escuchar o interpretar música, un poco abrir oídos a toda esas expresiones”.

“Escribí pensando en el lector que no supiera de música, pero que tuviera interés; o ciertos gustos musicales. Por eso el libro abarca diversos géneros. No pretende ser un libro que hable desde las alturas con la idea de ‘yo te voy a enseñar de música’, sino descubrir juntos, el lector y yo, cuestiones musicales que a mí me interesaban. Obviamente sí tengo ciertos conocimientos y los sacaba a colación porque son preocupaciones genuinas que tenía y me ayudaban a explorar estas cuestiones musicales.

Eduardo Huchín Sosa
Eduardo Huchín Sosa durante su participación en la Feria Internacional del Libro Universitario

“Evidentemente sí estaba pensando en el lector lego, por eso a veces me detengo –por ejemplo cuando hablo de las armonías– y uso pedazos de películas, fragmentos que el lector puede encontrar en YouTube o menciono videos, intento apoyarme en ciertas imágenes, metáforas, en otras maneras de explicar ideas musicales, precisamente para que cualquier lector pudiera entender a qué me refiero”.

Huchín Sosa (Campeche, 1979), que tocará la guitarra durante la presentación del libro, recuerda que siempre quiso ser músico clásico, pero dado que en su ciudad natal no había conservatorio, se dedicó a la literatura y ya después conoció el rock y formó bandas de rock, de metal y hasta de fusión latina.

“Tocaba en bares, fui hasta músico de iglesia, pasé por muchos lados. Y fui muy curioso sobre todos esos géneros, sí me gustaban, honestamente, igual que me gusta bailar cumbias y salsas; y quería saber cómo estaban hechas las canciones. Y un poco hacer o tocar música en bares o para entretener las fiestas te vuelve curioso sobre cómo está hecha, cómo está compuesta, qué sentido tiene una canción.

“Ese hecho de tener muchos músicos, de estar tocando, de ser músico informal, aunque de alguna manera profesional porque recibía dinero por tocar, sí me fue preparando para desarrollar esa curiosidad sobre cómo estaban hechas las melodías, las armonías. Sí me dio conocimientos y me brindó ciertas herramientas para poder comprender la música a otro nivel y para hacer este libro”; expone.

Eduardo Huchín Sosa
Foto cortesía de Eduardo Huchín Sosa

Desde 2009 formó el dueto Doble vida, de dos guitarras y voz, con Elisa Corona Aguilar, colega también ensayista, a quien había conocido dos años atrás en un encuentro literario en Guanajuato y con quien ha grabado dos discos: La misma ciudad (2011) y, el más reciente, Los días normales (2018).

Calla y escucha… acopia también muchas anécdotas de músicos de todo género, que dan amenidad a un libro que también acoge al humor en muchas páginas e incluso le dedica un ensayo a Les Luthiers.

“Quise poner en claro desde el primer momento que no quería separar la música, los sonidos que nos agradan, nos entusiasman, nos apasionan o nos hacen bailar, de la vida. La gente que compone vive para la música, la gente que escucha siente la música. No es un asunto de convención de que hay cierta música que nos pone bien, nos alegra, sino que hay una relación muy interesante que tienen las personas respecto a la música, quienes la escuchan y quienes se dedican a ella, y me parecía que las historias, anécdotas, los testimonios de los propios músicos me servían para comprender ese fenómeno.

“Por eso el libro no se queda en las cosas teóricas o técnicas, sino que siempre aborda cuestiones biográficas. Detrás de las canciones no solo hay una fórmula, sino gente detrás haciéndolas, que puede obedecer a cuestiones económicas, pero también a otras muy vitales, gente que entrega su vida a la música. Eso también lo quise reflejar en el ensayo ‘Trabajar cada día para vivir en la vida’, donde hablo de los músicos como trabajadores, en diferentes modelos para ejercer, pero también sobre cómo ponen su alma por interpretar la música, cómo sufren por haber elegido esta profesión. Es algo inseparable. A veces tomamos las canciones como si fuera un asunto que está flotando en el aire y nos gusta o no, pero todo lo que llevó a esos seres humanos es digno de ponerlo en primer plano”, refiere el autor también de los volúmenes de ensayos ¿Escribes o trabajas? (2004) y crónicas Usted se encuentra aquí (2013).

Huchín Sosa aborda con humor las discusiones típicas entre fanáticos y melómanos en “No te avergüences por no saber de música (los que dicen que saben tampoco es que sepan mucho)”; la irrupción del videoclip en la música popular en “Abre los bien. La experiencia visual de la música”; John Cage y su tesis de que no existe el silencio aplicada a la historia de la famosa grabación de A Day in the Life, en “Lo que hace un beatle por las nohes”; el problema de la risa sinfónica, en “¿Música…? Sí, claro. El humor  de Les Luthiers”; o hasta Cri-Cri, en “Ser grillo estaba lleno de inconvenientes”.Eduardo Huchín Sosa

Sobre las canciones como género literario, como poesía, el ensayista, músico y editor defiende el premio Nobel de Literatura que la Academia Sueca dio en 2016 al cantante estadounidense Bob Dylan.

“El mundo se puso a discutir sobre los límites de la poesía o qué era la poesía. A mí me gustan las canciones de Dylan. Siento que tenemos una idea de la poesía como algo que se hace en silencio, solos, frente a un libro, pero hay muchas formas de poesía. El Nobel a Dylan amplió nuestra idea de la poesía. Por ejemplo, conocemos a Safo como poeta, pero ella escribía canciones; no sabemos cómo era la música que acompañaba esas letras, esos poemas, esos fragmentos que nos llegaron despojados de su música. A veces tenemos una visión muy cuadrada de la literatura. El Nobel a Dylan buscó abrirla.

“Es lo que hace Gabriel Zaid con el Ómnibus de la poesía mexicana (1971): recupera todo tipo de manifestaciones poéticas, desde las populares hasta las canciones y la que está en los libros, para darnos una visión de cómo toda esa poesía interactúa y está presente en nuestra vida y la enriquece”.

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