Silvio Rodríguez puede no gustarle a todos, pero les gusta a muchos, a muchísimos, más en concierto; a tantos, que agotaron boletos para sus dos presentaciones de su gira La espera termino en el Auditorio Nacional, y van a seguirla al zócalo, a la función gratuita que dará el trovador cubano este 10 de junio.
Silvio vino, vio y votó. Un día después de las elecciones en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, en las que el partido del presidente López Obrador arrebató cuatro gubernaturas a la mal llamada oposición, Silvio Rodríguez dedicó a “Andrés Manuel” uno de sus éxitos, El necio, que antes había dedicado –contó–, al mandatario cubano fallecido, “Fidel (Castro)”.
Unas diez mil personas no sólo aplaudieron al cantautor por sus canciones; aplaudieron cuando dedicó el tema número 20 del programa regular al presidente mexicano, con el que se despidió en el concierto del lunes 6 de junio por primera vez de un público que lo hizo volver un par de veces más al escenario.
“Dicen que me arrastrarán por sobre rocas /
Cuando la revolución se venga abajo /
Que machacarán mis manos y mi boca /
Que me arrancarán los ojos y el badajo /
“Será que la necedad parió conmigo /
La necedad de lo que hoy resulta necio /
La necedad de asumir al enemigo /
La necedad de vivir sin tener precio…”
En su conferencia de prensa mañanera del lunes, López Obrador había contado que recibió al trovador cubano en Palacio Nacional, su amigo, a quien el 1 de diciembre de 2018 invitó a su investidura presidencial. Incluso proyectó un video con su esposa Beatriz Gutiérrez Müller cantando El necio.
La política y las convicciones de izquierda siempre flotando en la música de Silvio, en sus palabras que para muchos son música sin fecha de caducidad aunque gobiernos y gobernantes sean, sí, pasajeros.
Sus presentaciones en el Auditorio Nacional, después de ocho años de ausencia, como siempre son sus conciertos, implican un acto político. Estuvo ahí en 1998 y sumará desde entonces 13 presentaciones.
En el concierto incluyó su más reciente producción musical Silvio Rodríguez con Diákara, estrenada el pasado mes de octubre. Este álbum se guardó por casi 30 años desde su grabación y Rodríguez ha expresado que quiso lanzarlo por la calidad musical del trabajo que realizó junto a la banda de jazz-rock-fusión de raíces afrocubanas, Diákara, que lo acompañó a grabar el material en 1991 en un estudio ubicado en Coyoacán en la Ciudad de México y fue terminado recientemente en La Habana, Cuba.
Son 10 temas compuestos por Silvio Rodríguez, que se dividen entre canciones inéditas, reversiones y otras interpretadas en vivo ahora llevadas por primera vez al estudio, tal es el caso de Venga la venganza, título que se incluye en el álbum en directo Silvio Rodríguez en Chile (1990) y El necio, tema que se popularizó y ha sido estandarte de su ideología política.
Silvio, un nombre que no necesita el apellido, un apellido tan común como tan raro es su nombre, ya había cantado Tonada para dos poemas de Rubén M. Villena, Casiopea, América… contó que en Cuba a la política se le disfraza en el lenguaje para llamarla “La cosa” y cantó La cosa, también Unicornio, que sacó los suspiros de tantas, hasta de cubanos en México que ya no creen en la revolución cubana.
Habló de la mujer y de la violencia sobre ella antes de cantar Yo te quiero libre, un tema quizás un tanto ya anacrónico en estos tiempos, porque las feministas dirán que no es un hombre quien decide si una mujer es libre o no. Pero, al parecer, no había feministas presentes, porque todas cantaron con Silvio.
Un primer concierto que duró casi dos horas y media, aunque empezó tarde, 20:40, apenas 10 minutos después del inicio programado. La gente desesperaba, pero perdonaba; muy pocas butacas vacías, algún despistado que se perdió en el metro o en el tráfico o que quizás enfermó de covid o flojera y no llegó al concierto en el que Silvio rindió homenaje al trovador cubano Vicente Feliú, a quien perdió este año después de seis décadas de amistad, “se dice fácil”, dijo, y subió a cantar a una sobrina hermosa de su compañero de armas y canciones, Malva Rodríguez, un par de temas de éste: Créeme y No es fácil.
Pero sí la tenía Silvio fácil. Su voz ya está cantada, es trade mark, está garantizada contra todo público.
Escuchar La era está pariendo un corazón, Eva, El reparador de sueños, Jugábamos a dios, o todas ellas; incluso Danzón para la espera, que compuso durante la pandemia, recuerdan épocas pasadas, pero son recuerdos de ideales, uno es necio, diría esa canción que dedicó a Fidel y a Andrés Manuel.
Un primer concierto –el martes 7 es el segundo– en el que destacó la calidad de músicos agrupados en torno al trovador, entre los cuales se llevó tantas ovaciones como Silvio la flautista Niurka González.
Un primer concierto que empezó con un “¡Viva México!!”, tuvo un intermedio con una canción de apoyo al presidente López Obrador y concluyó con esa esperanza que sigue cantando Silvio: Ojalá.
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Y Silvio Rodríguez volvió a México. Dijo que le había dedicado alguna vez El necio a Fidel. Y que ahora se la dedicaba a Andrés Manuel. Y sí, con @AuditorioMx lleno por completo, se escucharon solo aplausos y vivas para @lopezobrador_ pic.twitter.com/LKhoqoDTaP
— josé juan de ávila (@deavila2010) June 7, 2022