La pintora, promotora cultural y pionera en la defensa de los derechos de la mujer, María de Jesús de la Fuente Casas –María O’Higgins-, fallecida la noche del lunes a los 101 años, será homenajeada el próximo año, anunció la Secretaría de Cultura.
“María fue piedra angular de la construcción del país como lo conocemos ahora… puso sus pies en el camino de la defensa de los más vulnerables; siempre serás recordada como una luchadora incansable, profesora generosa y artista solidaria, comprometida con la promoción cultural”, afirmó la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto.
La abogada de profesión que inició su quehacer artístico en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Nuevo León y trabajó con empeño a favor de los derechos de la mujer, produjo su propia obra con el uso de técnicas como acuarela, óleo, litografía, bordado y grabado, y colaboró en algunos murales de Pablo O’Higgins, su esposo.
La directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), Lucina Jiménez, consideró que la artista fue una mujer adelantada en su tiempo, consciente del valor patrimonial que representaba el acervo que construyó con Pablo O’Higgins.
“Las conversaciones sostenidas con ella dejan testimonio de una historia pintada o dibujada desde abajo, desde esa mirada que Pablo dejó plasmada y que ella cuidó con pasión. Por fortuna, con ella trabajamos en la selección del acervo que debía formar parte del patrimonio artístico del pueblo de México y logramos concretar una adquisición de obra que ya se encuentra en resguardo para su conservación, restauración y para la entrega a los acervos del Centro Nacional Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble y el Museo Nacional de Arte (Munal)”, dijo.
Gracias a la disposición de la artista, el Inbal adquirió 114 grabados y dos óleos: Autorretrato (1954) y Retrato de María (1962) que enriquecen el patrimonio artístico nacional.
La vida de María de Jesús fue prolífica. Su trayectoria se remonta a sus años de estudio en en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Nuevo León, que combinaba con la pintura por las tardes.
Un viaje uniría su vida a la del ilustrador, pintor y muralista estadunidense Pablo O’Higgins, quien junto con el grabador Leopoldo Méndez, visitó Monterrey para dar una plática en la primera galería que se creó en la ciudad.
María O’Higgins, pionera en defensa de la mujer
Además de su faceta artística, María fue pionera en la defensa de los derechos de las mujeres desde mediados del siglo pasado, muchas de ellas de escasos recursos y víctimas de maltrato.
No le bastó con eso y en 1947, fundó en Monterrey la Escuela de Trabajo Social, donde impartió cátedra durante dos años; tiempo después, propuso el proyecto para crear la primera Defensoría de Oficio para Mujeres, la cual dirigió, y estableció el primer jardín de niños y los Jardines del Arte en la Alameda Mariano Escobedo, apoyada por el pintor Marco Cuéllar.
Entre 1962 y 1964, ayudó a Pablo en los murales que pintó en el Museo Nacional de Antropología y continuó, a la vez, con su producción plástica, animada por su esposo. Su colaboración fue también decisiva en la organización de su archivo y cronología artística a partir de sus años en Utah, Estados Unidos, tras su llegada a México en 1924 por invitación de Diego Rivera, su trabajo en el Taller de Gráfica Popular y en la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios, así como de sus viajes.
A la muerte del pintor, en 1983, se dedicó a coordinar exposiciones con su obra, tanto en México como en el extranjero, además de realizar el inventario y clasificación de su trabajo mural, de gráfica y de caballete, con el fin de promover su investigación, conservación y difusión.
Como promotora cultural, ocupó desde 1997 la presidencia de la Fundación Cultural María y Pablo O’Higgins prestando servicios al Inbal de la obra del pintor mexicano de origen estadunidense.
Como un homenaje, la Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Dirección General de Bibliotecas, presentó en 2013 la exposición En busca de equilibrados sentimientos en la Biblioteca Universitaria Raúl Rangel Frías.
Por su trayectoria y labor como pionera en la defensa de los derechos de las mujeres, María O’Higgins recibió en 2009 la presea Amalia Solórzano Bravo, otorgada por el gobierno de Michoacán, y en 2019 el reconocimiento del Gobierno de Ciudad de México.
En 2017, la artista y luchadora social donó al Museo Mural Diego Rivera 14 bocetos correspondientes a siete murales realizados entre 1934 y 1964: La lucha de los obreros contra los monopolios (1934), Expropiación petrolera (1939), Lucha contra la discriminación racial y la unidad obrera (1945), La maternidad y la asistencia social (1946), Dios del fuego/Lucha del pueblo tarasco (1964), Boda indígena en San Lorenzo (1964) y Paisaje tarahumara (1964).
También te puede interesar:
Poetisa erótica Carilda Oliver Labra inspira ‘De erotismo y osadía’
El #MMDR lamenta el sensible fallecimiento de la pintora María O’Higgins, quien donó al @bellasartesinba 14 bocetos de siete murales realizados por Pablo O’Higgins. Estas piezas forman parte del acervo del #MMDR, pues O’Higgins fue amigo y alumno de Diego Rivera. https://t.co/Zi1OJUHgZ0
— Museo Mural Diego Rivera (@MuseoMural) December 21, 2021